El pasado martes, 26 de octubre, mi colaboración en Rtvm Marbella (La Vida Es Bella) abrió las puertas del recuerdo para homenajear, a través de un breve recorrido por su vida y su poesía, a nuestro querido poeta Miguel Hernández en el I Centenario de su nacimiento, homenaje que está recibiendo en numerosos puntos de España. Os invito a leer este bello fragmento de "El silbo de afirmación en la aldea", tras la impresión que le produjo la ciudad de Madrid en su primer viaje.
Alto soy de mirar a las palmeras,
rudo de convivir con las montañas...
Yo me vi bajo y blando en las aceras
de una ciudad espléndida de arañas.
Difíciles barrancos de escaleras,
calladas cataratas de ascensores,
¡qué impresión de vacío!,
ocupaban el puesto de mis flores,
los aires de mis aires y mi río.
Alto soy de mirar a las palmeras,
rudo de convivir con las montañas...
Yo me vi bajo y blando en las aceras
de una ciudad espléndida de arañas.
Difíciles barrancos de escaleras,
calladas cataratas de ascensores,
¡qué impresión de vacío!,
ocupaban el puesto de mis flores,
los aires de mis aires y mi río.
También son hermosos estos versos suyos:
Querer, querer,querer:
ésa fue mi corona,
ésa es.
Y éstas, sus palabras de despedida:
"Adiós hermanos, camaradas, amigos, despedidme del sol y de los trigos".
"Adiós hermanos, camaradas, amigos, despedidme del sol y de los trigos".
Gracias por compartir tu sabiduría, estuviste magnífica.
ResponderEliminarTe agradezco que te pasearas por mi blog, solo soy una aficionada. Un honor viniendo de una escritora de tu talla.
Te sigo cerquita.
Abrazos
Madrugo la madrugada .... palabras muy lindas
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