domingo, 14 de junio de 2015

CUATRO ROSAS Y UN SUEÑO.

          EL AMOR DE UNA DIOSA
    Hoy me ha llegado la noticia de tu muerte. Dicen que preparabas tu regreso a la ciudad. Cuando nos despedimos en esta misma terraza, hace ahora más de treinta años, tú confiabas en que volveríamos a vernos. Yo sabía que eso no ocurriría nunca, pero hoy el dulce sabor a dátiles del nabid se ha vuelto hiel entre mis labios. ¡Cuántas noches he paseado por estos aposentos silenciosos del palacio sintiendo el calor de tus besos sobre mi... cuello o tus manos calurosas en mi cintura! Ascuas de deseo eran tus ojos, y mi piel, cuando notaba tu cercanía, porque tú, mi querido Zaydûn, fuiste el único dueño de mi corazón pese al tiempo y la distancia. Muchas tardes desde el alféizar, embriagada por el olor a arrayanes, camomila y romero, he contemplado los campos solitarios de mi niñez, aquellos a los que entregaba mis confidencias, y las cumbres doradas en la lejanía, sésamo de mis delirios, allí en la Munya del Romano, rodeada del cariño de mi padre, antes de que se volviera contra mí, y protegida siempre por la tierna mirada de mi madre y por mi fiel y querida Habiba, que nunca se apartaría de mi lado. Y he revivido nuestros largos paseos bajo la luna, entre los rosales, adelfas y jacintos del huerto, nuestras veladas dedicadas a la poesía, que ante el asombro de muchos cautivaban el alma ajena, y nuestro afán por recuperar aquel pasado de gloria.
    Mas las luchas civiles, tus celos y tu rabia incontrolada pesaron sobre mis palabras de amor. Después de tu huida, cerré un día el salón y fui poeta en la calle. Ahora estoy vieja y cansada, pero presiento que aún no ha llegado mi final, y seguiré alzando mi voz entre los ecos de mi Córdoba amada, pues yo, Walläda, “Nací, por Dios, para la gloria, y camino, orgullosa, mi propio destino”.
    pues yo, Walläda, “Nací, por Dios, para la gloria, y camino, orgullosa, mi propio destino”.
    (Relato dedicado a Wallada, última princesa Omeya del Califato de Córdoba, S. XI, poeta arábigoandalusí).
    ANA HERRERA´
    Monumento dedicado a Walläda e Ibn Zaydün en Córdoba

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