sábado, 2 de noviembre de 2013

PRESENTADO EN EL CORTIJO MIRAFLORES. MARBELLA 30 DE OCTUBRE

Me sentí muy arropada. En el acto colaboraron Germán Borrachero, Manuel Mellado, Enrique Monterroso y Alba Navarro. Junto a las caras conocidas, me hizo ilusión ver muchísimos rostros nuevos. Muchas gracias a todos y a todas por vuestra asistencia y apoyo.

lunes, 14 de octubre de 2013

PRESENTACIÓN DE MIGUEL ÁNGEL MELERO VARGAS, DOCTOR EN LA II REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN LA COMARCA DE ANTEQUERA



PRESENTACIÓN NOVELA DE ANA HERRERA

CENTRO ANDALUZ DE LAS LETRAS (MÁLAGA) 8 DE OCTUBRE DE 2013

La obra que hoy se presenta en este magnífico Centro Andaluz de las Letras es ciertamente interesante como necesaria, pues supone más un libro de historia que una novela, y más un recurso memorialístico que un relato inventado.
De la misma forma incluye aspectos tan absolutamente necesarios como intrínsecos a la hora de abordar, de nuevo, una historia acerca de la República, la guerra civil o el primer Franquismo, como la Historia Local como sobre todo de la Historia Oral.
La autora no solo alterna con acierto en esta obra realidad y ficción, sino que convierte esta ficción en un verdadero ejercicio de metodología de cómo afrontar una labor memorialística. Por ello podemos decir sin riesgo a equivocarnos que ambas parte, real y ficticia, son en su esencia científicas.
A ambas quisiera referirme, siquiera brevemente.
La obra de Ana Herrera recoge un periodo de tiempo que transcurre desde la proclamación de la Segunda República hasta el proceso de instauración y consolidación del Franquismo. Aproximadamente una década a través de la cual la autora nos sumerge en la historia de un municipio, Campoblanco, pero que bien podría haber sido cualquier otro del noroeste de la provincia malagueña… aunque en realidad, bien podría haber sido cualquier otro pueblo o ciudad de cualquier otro punto en una España derramada por la esperanza y la convulsión.
¿Por qué entonces Campoblanco?
Se preguntaba la conductora del relato ¿por qué será que amamos tanto el lugar donde hemos nacido? Y se respondía a sí misma argumentando que en ella está nuestro origen, nuestra gente… nuestra esencia.
Efectivamente por ello la amamos, y cada uno escenificamos nuestro amor a nuestra manera, y una de éstas es a través de la investigación de la Historia Local, porque esta, como la Microhistoria no supone una mera interpretación a escala de la Historia General; porque no es solo el reflejo en un espacio geográfico más acotado de aspectos generales, sino que un conocimiento de aspectos locales puede llevar a un mejor conocimiento de la Historia General de un proceso.
Ana comienza hablando de esperanza, de la que llegaba de la mano de la República, y sobre todo para aquellos que  vivían sometidos, víctimas de un orden social que mantenía un status privilegiado adquirido por una parte de la población ya hacía siglos, y que se consolidaba en comarcas latifundistas como en la que nos sitúa la autora.
Por ello la llegada de la República, que Ana sitúa como estallido, en el sentido de la consecución de un cambio drástico y revolucionario, aunque democrático, supone una mejora en las condiciones de vida para los obreros, pero también el recrudecimiento de un antagonismo de clase, y que va a materializarse en un proceso de fuerte conflictividad, de tipo laboral y social, y fundamentalmente en el campo, entre patronos y jornaleros; a un enfrentamiento entre derecha e izquierda, entre socialistas y falangistas, entre remozamiento obrero y fortalecimiento asociativo, y el denominado como consenso reaccionario, y que no es sino resultado del miedo de una burguesía agraria a la pérdida de ese status privilegiado. (El profesor Cobo Romero, en su última obra de 2012, analiza perfectamente este hecho, en el que se encuentra también el origen de la posterior represión franquista).
Recuerdo hace años la forma en que llegó a mis manos un diario manuscrito de un vecino de Campillos, Rafael Segura, donde narra de puño y letra propia, su historia, desde su entrada en las JSU hasta su periplo carcelario, del que se libraría definitivamente en 1983. Recordaba Rafael la historia de estos enfrentamientos, como la historia de “El Picaíllo”, el obrero socialista muerto producto de estos enfrentamientos.
Rafael Segura señalaba que desde esta muerte, el pueblo ya estaba “moralmente en guerra”, la misma idea que nos transmite Ana en ese corrimiento de estrellas.
Y efectivamente llegó la guerra, estalló la sublevación, y nos relata en su obra Ana la secuencia repetida de forma milimétrica en los pueblos y ciudades de la España partida en dos, como la haya denominado Julián Casanova en su último trabajo, en que fracasa la sublevación:
-          La violencia desarrollada en la retaguardia republicana y el miedo de los perseguido.
-          La figura del “venido de fuera” y su relación con el ejercicio de la violencia. Una figura, un recurso muy utilizado, y parafraseando la magnífica descripción que del mismo hace la profesora Lucía Prieto, “como si cada pueblo rechazara que de sí mismo hubiera surgido tanto horror; responsabilizando del mismo a lo ajeno, a lo que sólo siendo extraño a la comunidad pudo atentar contra los referentes propios”.
Ana nos ofrece otras estampas comunes a muchos lugares en guerra:
-          El bombardeo sublevado como antesala de la ocupación. 

-          El inicio de la llegada de los refugiados de municipios ya ocupados al pueblo.

-          La entrada en el pueblo de las tropas sublevadas y el inicio de la represión. 

-          Y mientras tanto la huida, la desbandada, que como podemos ver no comienza en Málaga, sino que se vierte a ésta desde los pueblos de la provincia en peligro, dando aún mayor empaque al mayor éxodo poblacional generado por un conflicto en Europa en el siglo XX.
Vemos como la historia se divide entre los que permanecen en el pueblo, los que huyen a la capital como destino provisional hacia otros más lejanos, y los que deciden seguir defendiendo la legalidad y legitimidad republicana a través del empleo de las armas.
Así por ejemplo por el camino de Campoblanco a Álora transitaban las esperanzas de cientos de sus vecinos, ansiosos como Andrés de huir en un caballo blanco o poder regresar a su pueblo, algún día, montados en él.
Las profesoras Barranquero y Prieto retratan inmejorablemente los aspectos del éxodo poblacional hacia Málaga como la labor del Comité de Alojamiento que realizará una frenética actividad en colaboración con los respectivos comités de Refugiados.
Al mismo tiempo, probablemente Pedro coincidió con muchos antequeranos cuando, tras la ocupación sublevada del pueblo, marcha a Villanueva de Cauche, donde se encontraba el Cuartel General del Batallón de Milicias “de Antequera” o “García Prieto”, liderado por este Alcalde socialista de la ciudad antequerana, y que controlaría el límite entre las zonas Norte –ya ocupada- y Sur del término antequerano –protección en este último caso del acceso a Málaga-.
Conocimos también la huida de Jacinta hasta Cataluña, o la de Rosario para la que, con independencia del desenlace del conflicto, ella ya había perdido su propia guerra al morir su marido y su hijo.
Conocimos también la suerte de Fernando, que queda a las puertas de montar en un barco hacia la libertad en Alicante, y que sin embargo es conducido al campo de Albatera, donde probablemente coincidiera también con el mencionado Alcalde de Antequera García Prieto, allí recluido, aunque con suertes desiguales, ya que Fernando logra finalmente salvar la vida.
Supimos también del doble éxito de Manuel, primeramente por conservar su vida y la de su joven familia, como por formar parte del Ejército Republicano que impidió que, al menos en 1937, Madrid fuera ocupada por un ejército sublevado que, junto a su apoyo italiano, quedaba en evidencia después del éxito de su guerra célere en la zona malagueña, y como vuelve a ganar Fernando cuando tras regresar al pueblo es detenido acusado de asesinato pero es liberado posteriormente gracias al aval del hijo de un guardia civil.
La operación aval, como la definiera el profesor Santos Juliá y la delación, la acusación y el señalamiento de la población, son dos aspectos fundamentales dentro del voraz proceso represivo franquista, con especial inquina en este último caso en que se presenta a una parte de la población como agente de la represión en el día a día, como forma incuestionable de mostrar su apoyo al Régimen y entrar a formar parte de la casta de los vencedores, bien por verdadera afinidad y consenso, bien a través del miedo y la coerción, en medio de una represión que despedazaba España como el cerdo a la anciana. 
Y en medio de todos estos personajes Doris, cronista y protagonista, Juez y parte en esta historia, que centra su papel en la importancia de la Memoria, del Recuerdo frente al Olvido, y frente al Silencio que este Olvido, involuntario o provocado por el Miedo, genera.
Doris representa de alguna forma la figura y la labor del historiador, ya que de la misma forma que ella permite un final idílico para Katia y Nikolai, el historiador pretende también un “mejor final”, en el sentido de dotar de voz a los sin voz, y recuperar para la Historia a los que sin ellos, ésta no podría hacerse.
Porque la Historia pertenece a todos, y desde luego todos contribuyen a ese debate que la enriquece, la “perfecciona”, y la convierte en un valor de uso colectivo.  

Pero desde luego, dentro de ese “todos”, destacamos a esa “gente corriente” como la definiera Fraser, esa que “hace la Historia, pero que no aparece en libros, documentos ni escritos”.  

De ellos es fundamentalmente de los que se nutre este trabajo, y para todos el resultado de sus trabajos, con lo que la recuperación de sus voces, no es solo un gesto de investigación, o de justicia hacia ellos, sino también de solidaridad y generosidad de éstos para con la comunidad. 
Doris es, como el investigador, la intermediaria privilegiada en este proceso de construcción de una memoria que es ese caballo de cartón perdido por Andrés, que en un momento del pasado se extravía, pero que alberga la esperanza de que alguien, ajeno a su historia, lo encuentre, lo cuide y lo recupere. 

Así Doris da voz y vida a una memoria intacta pero silenciosa, y su lucha contra el Alzheimer es la lucha de los historiadores, fundamentalmente los que nos ocupamos de esta etapa: la batalla por la memoria, por el recuerdo y contra el olvido. Y es también la lucha de las asociaciones, de los grupos de memoria histórica, de los familiares, la lucha conjunta por la Verdad, la Reparación y la Justicia.
Gracias a Doris, a Ana, a ambas, damos un paso más, de nuevo, por el triunfo de la memoria, de la luz del recuerdo que se abre paso entre tinieblas de olvido.
El título de la novela, para concluir,  tiene que ver todo con esta idea, y es evocador a una tarea fundamental como la memorialística. De la misma forma que Doris llega al cielo a través de recuperar su memoria dañada, (Doris teme mucho más al olvido, a la muerte de su recuerdo que a la suya misma) muchos nombres permanecen condenados en el olvido.
Nombres que deben ser recuperados, si no ya desgraciadamente a la vida, sí al menos al recuerdo, para evitar, Ana, José Luis, que así mueran dos veces. 
Si se consigue, éstos habrán logrado por fin su sueño de ganar un cielo en el que vivan para la eternidad.



viernes, 11 de octubre de 2013

PRESENTADO EN CAL MÁLAGA


José Luis Ruiz Espejo, Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, subrayó la importancia de la memoria histórica para la recuperación, en este caso, de nuestra historia más reciente.
Miguel Ángel Melero Vargas, doctor en La II República y la Guerra Civil en la comarca de Antequera: "Esta novela, además de una obra literaria, es un documento histórico de importancia extraordinaria. En la actualidad, los testimonios orales constituyen una base importante de documentación en los ámbitos universitarios".
Gracias a todos los asistentes, colaboradores y organizadores que hicieron posible la presentación de "HASTA QUE LOS MUERTOS LLEGUEN A CIELO" en el Centro Andaluz de las Letras el pasado 8 de octubre. Seguirán más presentaciones en Málaga y su provincia, y allí adonde nuestro pasos nos lleven.
Próximamente ofreceremos en este blog el análisis que sobre la obra realizó el doctor Melero en dicha presentación.
Saludos cordiales.




viernes, 4 de octubre de 2013

PRÓXIMO ACTO EN MÁLAGA, 8 DE OCTUBRE

Contaremos con la colaboración de Miguel Ángel Melero Vargas, Doctor en La II República y la Guerra Civil en la comarca de Antequera.

jueves, 25 de julio de 2013

"HASTA QUE LOS MUERTOS LLEGUEN AL CIELO", RESEÑA CRÍTICA ORAL DEL DIRECTOR GENERAL DE MEMORIA DEMOCRÁTICA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA


ACTO DE PRESENTACIÓN EN CAMPILLOS, "HASTA QUE LOS MUERTOS LLEGUEN AL CIELO"


12 DE JULIO. En la mesa,  Luis Gabriel Naranjo Cordobés -Director General de Memoria Democrática de la junta de Andalucía-,  Jesús Galeote Albarrán -Alcalde de Campillos-, Ana Herrera -autora- y Ana Aguilar Berdún -profesora de historia contemporánea-. En primera línea del público, representantes de las asociaciones por la memoria histórica, de Málaga, Vélez Málaga y Ronda.

ENTREVISTA EN RADIO CAMPILLOS


martes, 9 de julio de 2013

ADQUISICIÓN DEL LIBRO

Adhara distribuye directamente (Tfno: 958584063, e-mail: info@adharabooks.com o web: http://www.adharabooks.com/), y las librerías pueden adquirir a través de Azeta Libros o a la editorial directamente.

PRÓXIMO ACTO EN CAMPILLOS, 12 DE JULIO

Contaremos con la presencia de diversos representantes de las asociaciones y foros por la Memoria Histórica. Asimismo, ha confirmado su asistencia el Ilmo. Sr. D. Luis Gabriel Naranjo Cordobés, Director General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía. 

Sinopsis del argumento:
 Recuperación de la memoria histórica. La autora construye su relato sobre el hilo conductor de varios testimonios orales correspondientes a unos ancianos y ancianas que vivieron la Guerra Civil española. En la historia, Doris, una escritora de setenta años, con principio de alzheimer, escribe su última novela trasladando dichos testimonios al mundo de la ficción, al tiempo que rememora sus recuerdos de juventud (Campoblanco, Bourges, París).  El escenario principal es Campoblanco, nombre imaginario de un pueblo del sur de Andalucía, desde donde se acomete la huida de miles de refugiados hacia la capital malagueña tras el estallido de la guerra. Allí los protagonistas conviven con un matrimonio de brigadistas rusos, recién llegados de San Petersburgo, y protagonizan la dolorosa experiencia de la carretera de Almería.  Vendrán el asilo en un pequeño pueblo catalán, el drama de las  batallas de Guadalajara y Teruel  y la reclusión en el campo de Albatera. El reencuentro de los personajes se producirá en los primeros años de la posguerra.

PRESENTACIÓN EN SAN PEDRO ALCÁNTARA

Presentación en San Pedro Alcántara de "Hasta que los muertos lleguen al cielo". Feria del libro, 3 de Julio en el Centro Cultural. En la mesa, Carmen Díaz, concejala de cultura, y José Luis Casado Bellagarza, profesor, historiador y escritor. Como invitado, contamos con la presencia de Antonio Reina, superviviente de la carretera de Almería, quien nos contó sus vivencias. El acto terminó con un recital de mis alumnas.

ENTREVISTA EN LA CADENA SER MARBELLA


viernes, 28 de junio de 2013

martes, 30 de abril de 2013

23 DE ABRIL, DÍA DEL LIBRO



El 23 de abril, Día del Libro, se conmemora en recuerdo a la muerte de Cervantes. Los escritores y escritoras de Marbella celebramos un acto en el Cortijo Miraflores. Os dejo este fragmento de mi conferencia "Hidalgos y Mujeres de La Mancha...".
En 1616 aquejado de hidropesía, de una afección cardiaca y de arterioesclerosis, los médicos le ordenaron que pasase una temporada en el pueblo de Esquivias, lo que hizo en la semana de Pascua de 1616, de donde no logrando el alivio que anhelaba, regresó a Madrid. Allí terminó su última obra, “Los trabajos de Persiles y Segismunda”, para lo cual escribió la famosa dedicatoria al conde de Lemos, que comienza con los versos:
Puesto ya el pie en el estribo,
con las ansias de la muerte,
gran señor, ésta te escribo.

Participando a su egregio protector de haber recibido la extremaunción, y anunciándole su muerte: “Ayer me dieron la Extremaunción y hoy escribo ésta. El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseeo que tengo de vivir". Despídese de los suyos con las memorables palabras: “Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo y deseando veros presto contento en la otra vida”. Pocos días antes, el 2 de abril de 1616, profesó solemnemente en la Orden Tercera de San Francisco, en la que había entrado ya como hermano.
Agravándose su enfermedad, expiró el 23 de abril de 1616, acompañado de su esposa, y de doña Constanza de Figueroa (su sobrina), doña Isabel de Saavedra (su hija) y del clérigo D. Francisco Martínez Marcilla. Lope de Vega, enterado, fue a rezar un responso ante su cadáver. Mandó que lo enterraran en las Monjas Trinitarias. No hubo más acompañamiento que el de los hermanos terciarios y dos humildes literatos. Por esa misma fecha moría Shakespeare en Inglaterra.
Al día siguiente, que era domingo y 24, los frailes trinitarios oficiaron en el altar y dieron sepultura al cuerpo. La tierra cubrió su cuerpo y taparon la sepultura con ladrillos rojos. No se colocó en ella lápida ni inscripción alguna, y así la posteridad ignora aún dónde descansan los restos del autor del Quijote. La pesada mano del tiempo, dice Cortejón, ha borrado lastimosamente las huellas de su sepultura.
El 23 de abril leí un fragmento del relato corto que escribí como homenaje a Cervantes y que fue galardonado con el primer premio de releato corto "Ochavada" de Archidona. Está publicado en mi libro "Una mujer, una historia" (Ed. Alfar). Os dejo unas líneas:
Cuenta la voz de la vida que Nadine viajó y viajó por los caminos de hierro. Visitó aldeas, pueblos y ciudades. Acunó llantos y sonrisas. Cultivo verdades y regaló esperanzas y, por primera vez, en mucho tiempo, se sintió libre como la caricia del viento sobre su cabello desmelenado".

martes, 16 de abril de 2013

UN JOVEN AUTOR

No uno, sino muchos han sido los jóvenes escritores y las jóvenes escritoras que he encontrado siempre en mi camino. De ellos y de ellas he aprendido, lo afirmo con creces, bastante de lo que hoy sé. No obstante y, a pesar del tiempo pasado, nunca han dejado de sorprenderme, y hoy mi sorpresa se centra en un joven y futuro autor.

No es habitual encontrar a un alumno en 3º ESO  que escriba con la facilidad y soltura con que lo hace Gianluca. Buena redacción, buena construcción de las oraciones, buena ortografía, buen uso de los signos de puntuación,  vocabulario preciso y adecuado,  uso moderado de la adjetivación, alguna que otra comparación bien usada,  en el momento oportuno. No hay duda de que detrás de estas jóvenes páginas  - y lo digo en todo su doble sentido, primero, porque están  recién salidas de la cabeza de su autor, y segundo, por la juventud  que este mismo entraña- hay muchas horas de dedicación a la lectura silenciosa. No podemos olvidar, desde luego, esas capacidades que, en mi opinión, debe poseer cualquier buen escritor: imaginación, mucha imaginación para crear, sensibilidad,una buena dosis de intuición. Tiene que ser  algo filósofo  o pensador, y  estar bien ejercitado en  el papel de crítico de la vida. Sus dotes de observador deben  estar   desarrolladas al punto de no dejar en la pared de atrás  ningún detalle  del mundo exterior  o interior que le rodea. Y así son sus textos, llenos de agudeza y pequeños rasgos  al describir  la actitud de los personajes creados en sus historias, sus ropas, sus gestos, sus miradas llenas de ira, sus caras rotas o sus cuerpos ensangrentados, el color de sus ojos avispados… Y es que,  en este caso, nuestro joven autor ha preferido construir un relato de terror, a lo cual se suma la dificultad de crear ciertas escenas de máximo ingenio para defenderse o escapar de situaciones extremas. Todo un universo de sorpresas que despiertan el interés del lector.

Sin duda, Gianluca tiene mucho camino por delante y aún mucho que aprender. Ganará en experiencias y en madurez, perfeccionará con creces su estilo literario, cada día y  poco a poco saciará su alma de sabiduría, pero si,  hoy por hoy, alguien me pregunta, contestaría con total garantía que estamos ante la pluma y el talante de un gran escritor.  Empeño, mucho empeño, duras horas de trabajo callado y ¡buena suerte en el camino!

POR LO PRONTO,  A SEGUIR ESCRIBIENDO Y A SEGUIR ESTUDIANDO.

“TOO SLOW TO SURVIVE” ES EL TÍTULO DE SU BLOG.


miércoles, 13 de marzo de 2013

PEQUEÑOS LABERINTOS MASCULINOS DE GUILLERMO ARRÓNIZ LÓPEZ



Sexo y muerte, tal como leemos en su contraportada, son las dos palabras que definen la esencia de este conjunto de relatos escritos por Guillermo Arróniz y que llevan por título Pequeños Laberintos Masculinos.
 Yo diría que en cada una de sus páginas se esconde, o podríamos decir clarea, mucho más, y que esa sensación de bienestar, de comodidad, que te produce cualquier lectura placentera,  va in crescendo a medida que te adentras en sus rincones, en sus espacios, en sus historias, no exentas de interés artístico en sus narraciones y descripciones, no exentas de curiosidad en datos históricos ni en la calidad de sus relaciones humanas.  Un paseo por las calles del mundo y por los siglos de la humanidad cuando el autor nos lleva por los lugares más emblemáticos del  Madrid de siempre, por los verdes campos de la costa inglesa, por la mítica Viena imperial de Sissi y Francisco José o por las lujosas e inmortales  cortes italianas de Isabella d’Este o Lucrecia Borgia. Todo un mundo de nombres, circunstancias, lugares y personajes atemporales y universales de la más diversa índole.
Y junto a este universo de cultura inherente a una personalidad viajera y dedicada al estudio, tal es la de su autor, la otra cara de los relatos nos conduce a una cadena de escenas y sentimientos de la más pura vida cotidiana. Y si de sexo se trata, desde aquellas que representan el contacto más efímero y puntual hasta las que derrochan el amor más puro y sustancioso. Ternura, pasión, enamoramiento en un imperio homosexual. El  retrato más perfecto del mundo exterior e interior del personaje conseguido a través de una simple mirada, la del protagonista de Perdido en el Paraíso. La carta más reflexiva, sincera y autocrítica de cuantas hayamos podido leer, la del impresionante Andrew de La almendra amarga. La muy emotiva y bella escena final de Maese Paolo, cuando atardecía sobre el mar, ese desierto rojizo, en palabras del propio autor, y Maese Paolo recuerda el rostro de Lorenzo, que se grabó en el disco que se ocultaba tras las aguas, y el maestro lloraba, lloraba, y una vez y otra probó el salado sabor de sus propias lágrimas. Una emoción y una sensibilidad extraordinaria se desprenden de este párrafo maravilloso, sin duda alguna, mi favorito. Y si en mi memoria he de guardar  alguna mágica realidad, sin duda, será aquella de Santiago y la búsqueda en “Su piel olía a madera y a lluvia”.
 Por todo esto y  ese mucho más que cada lector interpreta, busca y encuentra en cada uno de los momentos de su innegable unión a las páginas de un libro, en el sublime acto de la lectura, es por lo que cada día avanzamos un paso en el camino hacia nuestra libertad.

                    ¡GRACIAS Y FELICITACIONES, GUILLERMO!


MANIFIESTO CONTRA LA VIOLENCIA Y POR LA VIDA


  En memoria del 11M recupero el manifiesto que escribí en su día.
   
  MANIFIESTO CONTRA LA VIOLENCIA Y POR LA VIDA 
       NO ENTIENDO POR QUÉ 
            Por más que le doy mil vueltas hoy no puedo escribir sobre otra cosa que no sea el 11 de Marzo. El día está espléndido y el sol luce como siempre, pero hay muchos que ya no lo verán. Una amiga mía se ha librado de la catástrofe porque llegó a coger el tren de cercanía dos minutos tardes. Un joven, que andaba por allí, decía que tenía 25 años y que siempre había vivido en la democracia. ¿No son hermosas estas palabras? ¡Cuántos padres de familia no volverán nunca a su hogar! ¡Cuántas madres desconsoladas han dejado de besar las mejillas de sus hijos con el más tierno afecto! ¡Cuántos jóvenes han dejado sus ilusiones rotas entre los amasijos de hierro!
            No existe un bien material, ni un bien moral, que esté por encima de la vida humana, si no es una idea que  reincida en el bien y la supervivencia colectiva de todo un pueblo. Por eso, si queremos luchar por esa idea, cambiemos el sentido de la palabra “lucha”. Luchemos sí, pero desde actitudes pacifistas y nobles, y confiando en el poder de la palabra.
            Diréis: “Ya lo hacía Cicerón en la antigua Roma y por ello fue decapitado. Su cabeza fue expuesta públicamente en el foro de Roma con un clavo atravesándole la frente, en señal de aquellos que querían matar el pensamiento”. Pero de eso han pasado miles de años. El mundo ha conocido el progreso y el desarrollo científico y tecnológico, y no podemos seguir actuando en la barbarie.
            Es cierto que no se puede permitir que haya niños y adultos que mueren, en muchos lugares del planeta, a causa de la enfermedad y del hambre, a causa de la ambición desmesurada de otros hombres que sólo crecen en el poder y la gloria. ¡Mentes enfermizas con toda seguridad!
            Pero también es cierto que la violencia engendra más violencia, que la guerra sólo engendra odio, rencor y venganza. Por eso, precisamente por eso, debemos volver a la nobleza de la palabra.
            Hay un lugar para que todos podamos vivir en paz, en armonía con nuestras creencias y en el respeto de las ideas ajenas.
            ¡No podemos justificar la alternativa de matar!
                                               ¡¡NO ENTIENDO POR QUÉ!!