lunes, 11 de mayo de 2015

EN UNA MUJER, UNA HISTORIA. ED. ALFAR.

Del prólogo de Guillermo Arróniz López.
El corazón de la autora tiene esencia lírica, y por eso sus palabras acaban tomando a veces forma poética para contarnos lo que ya ha dejado plasmado en la prosa inicial. En el fondo ambas maneras están asentadas sobre esa alma versicular que late bajo la pluma de la escritora: el olor de las plantas y las flores, las caricias relatadas de forma reiterada, el recuerdo de mujeres que lucharon por ser ellas mismas, todo es un mismo entramado, una misma materia anímica muy hermosa.

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