jueves, 11 de febrero de 2016

Fragmento: "HAFSA BINT AL-HAYY AL-RAKUNIYYA. Un triángulo de amor". S. XII. En "Una mujer, una historia". Ediciones Alfar.
Rakuniyya, todos me conocían por Rakuniyya desde que el califa Abd al-Mumin me obsequió con el feudo de Rakudo, muy cerca de Granada, en honor a los elogios en verso que yo le había dedicado tras mi visita a Rabat, donde él se encontraba...
Después de eso volví a Granada junto a mi familia, aunque ya era dueña de mi propio feudo. A ellos, a mis padres, debo el honor de mi educación, y al favor de Dios que me hizo nacer en una familia noble y rica, rodeada de cultura y de bien.
Pero él…, él me llamaba Hafsa. Mi nombre en su boca tampoco ha dejado de sonar en mi mente debilitada, como una campanilla que tintinea y se repite con los años. La voz se le impregnaba de dulzura cuando me llamaba “su amada Hafsa”. Y yo le respondía, Abu Yafar, mi noble y queridísimo Abu YAfar, nunca habrá otro como tú, el único dueño de mi corazón. Éramos felices así, amándonos y dedicándonos nuestros versos, elegantes y llenos de coquetería, pero que nacían en lo más profundo de nuestro ser, porque el nuestro era un amor de verdad. Aquella tarde fue maravillosa, juntos en el famoso Hawr Mu`ammal de Granada, aquellos espléndidos jardines. Después Abu Yafar me dedicó sus versos:
¡Qué Dios guarde una noche que pasó sin censuras
y que nos ocultó en Hawr Mu`ammal!
Palpitaba un aroma desde Nayd
que, al soplar, se agitaba con olor de claveles,
zureaba una tórtola en los árboles,
se inclinaban las ramas de los mirtos sobre el arroyo
y el jardín se mostraba alborozado
por lo que presenció:
abrazos, besos y caricias.
Y yo le contesté:
Elogio aquellos labios porque sé
lo que digo y conozco de lo que hablo,
y les hago justicia, no miento ante Dios;
en ellos he bebido una saliva
más deliciosa que el vino.
Ana Herrera. Poema original de Abu Yafar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario