jueves, 7 de enero de 2016

El tren de Nadine.

SOLIDARIDAD en 2016. Las palabras de Cervantes y los hechos de Nadine entrelazados en mi relato"El tren de Nadine". Nadine se encuentra con un mendigo, un héroe y un soñador. En este fragmento, el encuentro con el héroe.
Otro día conoció al héroe. Había construido palacios y ciudades. Su nombre aparecía escrito con letras mayúsculas en las entradas principales de los grandes edificios. Durante largos meses, Nadine trabajó para él. Ordenaba cuidadosamente sus agendas, preparaba citas, organizaba reuniones y tertulias, elegía sus mejores galas. Pero Nadine descubrió que el héroe había dejado de amar. Lo notó en la tristeza de sus pupilas y en la palidez de su rostro malhumorado, sal al balcón y contempla la belleza de la aurora, le dijo una mañana Nadine, no tengo tiempo, contestó el héroe, mi misión es construir y construir, soy un héroe para los demás. "Llegaron en estas pláticas al pie de una alta montaña, que, casi como peñón tajado, estaba sola entre otras muchas que la rodeaban. Corría por su falda un manso arroyuelo, y hacíase por toda su redondez un prado tan verde y vicioso, que daba contento a los ojos que le miraban. Había por allí muchos árboles silvestres y algunas plantas y flores, que hacían el lugar apacible", continuaba el libro del hidalgo feliz, hoy yo ocuparé tu sillón, ve al bosque y disfruta de su paz. En el bosque, el héroe descubrió la belleza de la luz, la aureola de la flor, la transparencia del agua al fluir, la compañía de la joven que le invitó a caminar. En el bosque, encontró la voz del amor. Nadine observó una sonrisa de felicidad en sus ojos y comprendió que podía marcharse de allí. Aquella mañana subió al primer tren que salía con destino no sabía a dónde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario